…a ser, a vivir, a reinventarte, a seguir…

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Tiempo de crear

Reconozco que esta semana he estado chafada. El domingo pasado ví una película que por algún motivo me recordó a él y desde entonces me he estado sintiendo triste.

Hoy –casualmente– hice mi sesión de renacimiento bajo el agua y por sugerencia de mi maestra, DECIDÍ que el agua arrastrara consigo toda la tristeza que tenía y todas las cosas que me habían preocupado durante la semana; entre ellas, esos pensamientos y sentimientos hacia él.

Hoy –casualmente– me lo encontré… La vida sí que sabe mandar señales a veces.

Y hasta que estos sentimientos hacia él se vayan, seguiré teniendo días así; en los que algo o alguien me recuerda a él, en los que me lamento de que se haya marchado, en los que desearía volver a encontrar a alguien tan único y sentirme tan bien a su lado.

Entonces leí un artículo (publicado en la revista CuerpoMente 240) que me levantó el espíritu y quiero compartirlo aquí:

Sopla otro aire, llega otra luz. Los días ganan suavidad, la tierra reverdece, se cubre de flores y en ese despliegue de vida parece anunciarse prosperidad. Podemos sentirnos inspirados por este ejemplo de creatividad con el que la primavera sale del invierno, fijarnos en el vigor nacido del frío e imaginar nuevos verdores también para los campos de nuestras vidas.

¿Qué queremos que crezca en lo yermo, qué vamos a sembrar y cultivar? Por severas que se presenten las condiciones, un hálito de vida parece discurrir siempre bajo la superficie, esperando un impulso para progresar. En lo más duro -y también en lo más dulce- de las travesías personales se dispone siempre de esta posibilidad de bosquejar el futuro, de concebirlo y llamarlo así a venir. Lo que se dibuja es tanto un destino como un camino.

OTRAS POSIBILIDADES
Las circunstancias pueden suscitar una reinvención, empujar a revisar un horizonte difuminado o borrado. Pero a veces son solo ciertos aspectos vitales los que requieren atención, o determinadas habilidades las que piden ser desarrolladas. Surge en cualquier caso la ocasión de pensarse, de imaginarse, con generosidad, confiando en las propias fuerzas y talentos. Tal vez se imponga un giro en la trayectoria profesional o simplemente se decida vivir de forma más sana.

No importa tanto que el contexto ayude o no a esos deseos: en la medida en que uno se permite considerarse en un escenario diferente empieza ya a sentar las bases del cambio, lo convoca.
Después vendrán los planes de acción, los detalles, la plasmación de lo proyectado, las ayudas quizá… pero en ese primer momento los impedimentos no deberían actuar como coartadas para la inmovilidad.

Toda persona crea de alguna manera su vida: a partir de sus dones y sus dificultades, de lo que recibe y lo que se le plantea, dispone siempre de un margen de libertad para decidir cómo vivir y cómo sortear los apuros que se le van presentando. En cada una de esas elecciones se puede disfrutar del proceso, como un artista que trabaja en su obra, esforzado pero gozoso.

~Yvette Moya-Angeler

«La primavera nos recuerda el poder creador de la naturaleza, su capacidad de renacer sacando lo mejor de sí misma. Nosotros también podemos intentar llenar de flores nuestra vida.»

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